Por: Felipe Aguado (Lima) | 12-07-2023
Del 9 al 11 del pasado mes de junio, se llevó a cabo en Pilar, en la ciudad de Buenos Aires, la Cristiada “¿Amás de verdad?”. Alrededor de 40 jóvenes, entre los 16 y 17 años, se congregaron en este encuentro organizado por el Movimiento de Vida Cristiana (MVC).
La Cristiada es una ocasión especial para los estudiantes que están comenzando a explorar su fe, ya que les brinda la oportunidad de tener un encuentro personal con Jesús y, al mismo tiempo, unirse como comunidad a través de juegos y compartiendo experiencias.
El objetivo principal de este espacio apostólico fue invitar a los jóvenes a preparar sus corazones para reconocerse como dignos del Amor, capaces de amar a los demás desde la imagen y semejanza con la que fueron creados.
Durante estos días, los participantes tuvieron la oportunidad de vivir momentos de reflexión, comunión y participar en actividades relacionadas con una temática espiritual y lúdica.
En esta edición, los organizadores del MVC Argentina compartieron que con el fin de crear un ambiente de competencia divertida formaron equipos de diferentes colores basados en la película “Cars” de Pixar.
Lorenzo Pitalivo describe su experiencia: “Fue un encuentro hermoso con Jesús. Tuvimos juegos de diferentes tipos. Experimentamos momentos de soledad en el desierto con Dios, compartimos en grupos. Esta experiencia es única, ya que nos permite conectarnos con Dios en todo momento y divertirnos con la competencia en los juegos”.
Por su parte, Magui Serenellini, miembro del equipo celeste, comparte: “Aprendí que el amor es personalizado y que el amor llama al amor. Entendí la importancia de aceptar mis propias debilidades y que mi vida será mejor si la construyo junto a Dios. Quedé fascinada con el fogón de la noche, en el cual Dios se hizo presente y se manifestó en todo momento. El hecho de estar todos juntos compartiendo y cantando fue un regalo inmenso que llenó mi alma”.
Finalmente, Magui nos transmite con alegría: “La Cristiada llegó directamente a mi corazón y realmente este fin de semana me ayudó a tener otra perspectiva de las cosas, a enfrentarlas con una mirada distinta y verlo todo como una hija amada y dispuesta a amar. Esto realmente me hizo muy feliz y me trajo mucha paz”.